"Educación inclusiva es educación para todos"
La inclusión en la escuela requiere algo más que "las mejores intenciones" de apertura para el ingreso de todos los niños y niñas al centro educativo. Muchas veces las escuelas se vanaglorian cuando tienen entre su matrícula a estudiantes con algún tipo de discpacidad, porque entonces muestran su buen corazón y actitud inclusiva, pero sucede que puertas adentro, la "integración" es más bien una intervención individualizada, especial, pero fuera del círculo social del resto de los alumnos. Pere Pujolás, afirma que "Cuando se adoptan prácticas educativas selectivas según las necesidades de algunos estudiantes (sordos, ciegos, paralíticos, con discapacidad cognitiva...) con la sana intención de atenderlos mejor, se olvida que para atender en ellos algunas de estas necesidades y para perseguir una formación integral no sólo para ellos, sino para todos, se requiere precisamente que tengan la oportunidad de educarse juntos, en una misma aula, de modo que puedan interactuar de forma continuada unos y otros."
El siguiente video, muestra un ejemplo de escuela inclusiva, donde podemos mirar que este enfoque va mucho más allá de las buenas intenciones, en realidad requiere de un modelo que, desde su estructura y sus bases ideológicas, promueva la educación para todos.
Ser inclusivos en la escuela, no es un tema que atañe solamente a casos de estudiantes con discapacidad física o intelectual, en realidad se trata de adoptar un enfoque en el que son consideradas las particularidades de cada individuo (incluido el docente) en sus dimensiones, físicas, étnicas, lingüísticas, culturales, sicológicas, etc. Se parte del reconocimiento de todos y todas, cómo somos y qué necesitamos unos de otros para ser parte del mismo grupo, interactuar como compañeros en la equidad.
Por último, ¿quieren saber si el caso de Brad tiene un buen cauce? Aquí el video: