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viernes, 7 de septiembre de 2012

El uso irresponsable de las redes sociales: ¿Educación o castigo?


Uno de tantos viernes, de esta vida siempre incierta y sorprendente en la Ciudad de México, me encuentro en la televisión con una mesa de debate político, de esas que suelen organizar los programas noticiosos para discutir temas de interés público y relevante. En ese momento se encontraban hablando de un tema que en la semana acaparó la atención de los medios de comunicación masivos: La construcción de un ambiente de psicosis entre la población del Estado de México y el Distrito Federal, a través de la difusión en redes sociales, de supuestos rumores falsos de violencia en estas dos entidades vecinas. Sucedió que en el Estado de México, se presentó un enfrentamiento violento, con presencia de armas de fuego, entre grupos de la población que se disputaban el control de un sitio de taxis. Derivado de este hecho, se comenzó la circulación de datos que advertían sobre la posible presencia de grupos del crimen organizado, más precisamente del narcotráfico, mencionando grupos delictivos como "los zetas" o "la familia michoacana", entre otros. Como era de esperarse, los usuarios de las redes sociales, preocupados por la situación de la que se estaba hablando, consideraron importante difundir las publicaciones, circularlas en Facebook y Twitter, sobre todo con la intención de que "alguien" pudiera confirmar o negar los rumores que se estaban generando, con lo cual se construyó un ambiente de miedo e incertidumbre, lo que después denominaron "psicosis".   En el contexto de esta discusión de los hechos, el periodista Rafael Cardona, quien formaba parte de la mesa de debate, afirma: El uso irresponsable de las redes sociales debe estar penalizado y tipificado como delito grave. 
Las palabras del periodista me hacen pensar en la situación desde diferentes ópticas:

1. La culpa de todo la tiene Yoko Ono.
Hace algunos años la banda española de rap-metal Def con Dos, hizo esta canción para referirse a la situación de crisis social y económica que su país atravesaba. "La culpa de todo la tiene Yoko Ono", decían para hacer ver que la responsabilidad era de todos y de nadie, lo único cierto es que "yo" no soy el responsable. En el caso que nos atañe diríamos, ante la creación de un ambiente de psicosis colectiva, "la culpa de todo la tienen las redes sociales", más aún, "la culpa de todo la tienen los twitteros" que de manera poco consciente difunden información falsa o por lo menos, sin sustento. No queriendo quitar responsabilidad a una persona o grupo de personas que hacen uso inadecuado de los medios de comunicación, considero importante reflexionar sobre lo siguiente:
¿Cuál es el contexto social en que un rumor como este puede generar tal situación de pánico entre la población?; ¿Quién es más responsable de este tipo de reacciones, una persona que difunde cierta información supuestamente infundada, o un gobierno que ha permitido con sus acciones, la construcción de un ambiente de miedo permanente con la sola mención de las palabras tiroteo, balacera, enfrentamiento, crimen organizado?; ¿Los usuarios de redes sociales son culpables de sospechar que los medios masivos de comunicación (televisión, radio, prensa) pueden ocultar ciertas informaciones a la población y por lo tanto   tener una mayor confianza en lo que la gente común publica en las redes sociales?

2. Necesitamos desarrollar la capacidad de "leer" críticamente en las redes sociales.
En un artículo que publiqué en este blog recientemente, hablé sobre la necesidad de estar alfabetizados digitalmente, que necesariamente implica las capacidades que una persona tiene al leer y escribir en los nuevos medios. Uno de estos nuevos medios son las redes sociales. En el mismo artículo hice referencia a la distinción entre saber leer y decodificar signos, enfatizando en que para leer y por lo tanto comprender los textos, es fundamental tener la capacidad de identificar el contexto social y cultural del autor y el lector, sabiendo que detrás del texto hay una posición personal que le da intencionalidad al escrito. En este sentido, cuando leemos y escribimos en las redes sociales deberíamos tener en cuenta por lo menos lo siguiente:

  • Las redes sociales son espacios de libre expresión, donde cualquier persona puede publicar cualquier contenido que desee, sin ningún tipo de rigor ético, científico o periodístico comprobable, por lo tanto es fundamental que la información que se emite sea cuidadosamente procesada por el receptor, vigilando las fuentes que sustentan lo que alguien publica, así como la historia personal y profesional del autor.
  • Contrastar la información que hemos leído, con otras fuentes disponibles, para darnos una idea de qué tan confiable o cierta es, antes de hacerla circular o emitir una opinión al respecto.
  • Considerar el contexto histórico, político y social en que se genera determinada información, de manera que se tenga una mayor consciencia de la pertinencia en las acciones de publicar o hacer circular determinados contenidos.
  • Ser consciente de que las cosas que publicamos en las redes sociales no se van al "vacío" ni son anónimas. Todo lo que uno publica tiene nombre y apellido, tiene consecuencias fuera de la virtualidad y uno debe responsabilizarse de ello.
3. Es más fácil castigar que educar.
La petición de penalizar el uso irresponsable de las redes sociales, representa desde mi punto de vista, buscar la salida más fácil y colocar el problema en el lugar equivocado. Una gran cantidad de delitos se cometen utilizando medios tecnológicos, por ejemplo para la tata de personas, la pornografía infantil, el abuso de menores, el fraude o robo de datos, etc. Pero el problema está en  la comisión del delito, no en el medio. Lo que propicia que se forme un estado de psicosis en una comunidad, no es el medio a través del cual se propagan rumores, sino que esa comunidad posee unas características emocionales e intelectuales que favorecen la escala a un estado de miedo y caos. Esto es, existe una cierta facilidad para que la gente crea lo que se le quiera hacer creer, lo cual no es más que una falta importante de pensamiento crítico.
No se nace con un pensamiento crítico desarrollado, este se construye con la educación, pero por lo que se ve, no se logra con mucho éxito en nuestro país. Si a esto le sumamos que estamos aprendiendo a utilizar y apropiarnos de las redes sociales como espacios de socialización y acceso a la información, entonces nos encontramos con una necesidad de educarnos en el uso de estas herramientas, por lo tanto, más urgente que buscar la creación de leyes que penalicen el mal uso de las redes, deberíamos pensar en una fuerte campaña de educación de la población para el uso crítico y responsable de las mismas.

Sugiero algunas fuentes para mayor información del caso:
http://aristeguinoticias.com/0709/mexico/rumores-en-redes-sociales-causan-miedo-al-oriente-del-df-y-edomex/?utm_source=redessociales&utm_medium=post&utm_campaign=mexico#masleidas

http://aristeguinoticias.com/0609/mexico/autoridades-niegan-disturbios-en-neza-tuiteros-publican-fotos/

http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=268723
http://www.eltiradero.net/tuiteros-crean-psicosis-violencia-en-neza-y-oriente-del-df-19558/


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