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lunes, 30 de julio de 2012

Nativos e inmigrantes digitales: ¿Es necesaria la distinción?




Quienes estamos inmersos en el trabajo y estudio del fenómeno que representa la inclusión de las TIC en los contextos educativos, nos encontramos a menudo con la oportunidad de presenciar cantidad de eventos académicos, con el objetivo de debatir, informarnos sobre las tendencias educativas en prospectiva, conocer innovaciones tecnológicas, pero sobre todo discutir acerca de cómo la escuela deberá afrontar el reto de asumir la tecnología como un elemento que ayude a mejorar la calidad de la educación para la formación de los ciudadanos del futuro. En estas discusiones y ponencias magistrales, a menudo se discuten las situaciones que los actores del entrono escolar enfrentan en su cotidianidad. Una de las situaciones más recurrentes es la pugna entre las “grandes habilidades de los niños para interactuar con los dispositivos tecnológicos”, versus “las falencias del docente” en este mismo rubro. Para calmar la angustia o impotencia que el docente puede sentir al ver que sus alumnos saben más que él (en este y en cualquier tema), suelen salir al rescate las siguientes afirmaciones: “Los niños saben más porque han nacido en esta era digital, mientras que los adultos están aprendiendo a utilizarlas”; “no es que sepan más, sino que nacen con un chip que les permite utilizar naturalmente los dispositivos, para los maestros todo esto es nuevo”;  “los niños son nativos digitales mientras que los maestros son inmigrantes digitales”.
Sobre estos conceptos, que son aparentemente indisolubles uno del otro, es decir que la existencia del primero es correspondiente con la del segundo (como bueno-malo; moderno-obsoleto; innovador-perpetuador, etc), vale la pena detenerse a reflexionar las implicaciones de su empleo y su vigencia, porque su empleo no solamente se reduce a nombrar o etiquetar unas características específicas de las personas, sino que nos dice “algo” de la concepción que se tiene sobre la forma de abordar los retos de la apropiación de la tecnología en la educación; y por otra parte, su vigencia, igual que la de muchos neologismos surgidos de este ámbito, es propensa a caducar con la velocidad de los cambios propios de nuestra era.
El surgimiento de estos conceptos es atribuido al profesor norteamericano Marc Prensky, quien propone un necesario replanteamiento de los sistemas educativos, en función de las características y habilidades de pensamiento que los alumnos nacidos en la era digital (nativos digitales) requieren desarrollar en el marco de su cotidiano contacto y uso de las tecnologías, dentro de un sistema educativo que se contrapone, conformado por maestros o instructores nacidos en una era pre-digital (inmigrantes digitales) cuyas estructuras de pensamiento son opuestas a las de los chicos, determinadas estas diferencias por la edad y la cultura en la que fueron educados los sujetos. Prensky, pone sobre la mesa las diferencias fundamentales entre nativos digitales e inmigrantes digitales, donde quiero destacar lo siguiente, citando elementos de la neurociencia, donde se afirma que diversas clases de experiencias conducen a diversas estructuras cerebrales: “la afirmación nos hace pensar que, debido a dicha instrucción tecnológica, los cerebros de nuestros jóvenes experimentan cambios que los convierten en diferentes a los nuestros”. Una afirmación polémica, sobre la que volveré más adelante.

Otras distinciones importantes son las que siguen:
Nativos digitales
Inmigrantes digitales
Quieren recibir información de forma ágil e inmediata.
Instruyen de manera lenta y seriamente, paso a paso dentro de un orden. (como ellos fueron instruidos también)
Se sienten atraídos por multitareas y procesos paralelos.
Rechazan que los estudiantes puedan trabajar y aprender mientras ven la televisión o escuchan música.
Prefieren los gráficos a los textos.
No justifican que el proceso de enseñanza y aprendizaje pueda ser divertido y ameno.
Se inclinan por los accesos al azar (desde hipertextos).

Funcionan mejor y rinden más cuando trabajan en Red.

Tienen la conciencia de que van progresando, lo cual les reporta satisfacción y recompensa inmediatas.

Prefieren instruirse de forma lúdica a embarcarse en el rigor del trabajo tradicional.


Como vemos, las diferencias entre ambos, está puesta en el acceso a las herramientas tecnológicas y las posibilidades que estas ofrecen al usuario para desenvolverse en un contexto social, cultural y temporal específico, condicionado sobre todo por la época en que nacieron, es decir la edad de las personas.
Sin intención alguna de invalidar las afirmaciones antes expuestas, sin negar que tienen un importante grado de validéz, me interesa profundizar en la distinción/división que entraña el uso de los conceptos nativo-inmigrante digital. La primera cuestión que me viene a la mente es ¿Nacer en determinada época, define por default que una persona tenga desarrolladas unas competencias o habilidades particulares en la utilización de determinada tecnología? Más aún, ¿Son irrefutablemente válidos los argumentos en que se basa Prensky para afirmar que los cerebros de los nativos e inmigrantes son fisiológicamente distintos?; ¿Estas diferencias cerebrales imposibilitan la interacción y coexistencia de los sujetos?; ¿Están pues los profesores, (inmigrantes digitales) condenados a ser excluidos de un nuevo sistema educativo creado expresamente para responder a las “nuevas” maneras de pensamiento y procesamiento de la información de los nativos digitales?
Estoy en total acuerdo con la urgencia que hace Prensky para transformar el sistema educativo tradicional, pero no con base en las distinciones generacionales expuestas, sino que, tal como lo refiere un artículo del PENT (Proyecto Educación y Nuevas Tecnologías) “la distinción por la edad es completamente falsa, innecesaria y predispone al conflicto. El sistema escolar necesita ser revisado pero, como se menciona con anterioridad, dicha revisión es necesaria debido a que la sociedad ha cambiado, no porque los estudiantes tienen iPods”. http://www.pent.org.ar/centro-de-recursos/primer-documento-traducido-nativos-e-inmigrantes-digitales-un-concepto-aun-lejos-
Por otra parte, si la idea de que las estructuras cerebrales son flexibles y se modifican con los estímulos recibidos por las experiencias generadas en el entorno, sin importar la edad del sujeto, entonces me parece que hay una contradicción en el planteamiento de la distinción nativo-inmigrante, pues si los cerebros de los estudiantes nativos son diferentes a los de los profesores inmigrantes, esta diferencia está condicionada por las experiencias, no por la edad o la época en que cada uno ha nacido, con lo que incluso, un niño que ha nacido en el año 2007 no habrá podido desarrollar un cerebro de nativo digital si no cuenta con el acceso a la tecnología y a las dinámicas sociales del paradigma de la sociedad del conocimiento. Desde mi perspectiva, nadie es nativo o inmigrante digital, todos aprendemos a vivir en nuestro tiempo, bajo las condiciones que ello implica,  con la mirada puesta en resolver los retos del presente, que nos demandan vivir en un mundo complejo, incierto y con cambios acelerados.


3 comentarios:

  1. Comparto enteramente tú última conclusión. Ahora, hay algo que a mí me preocupa en los discursos sobre la incorporación de las TIC'S en educacación: ¿Qué pasa con los contenidos? Me parece que en nuestros contextos existe un problema de acceso y apropiación de la cultura muy grave, que no se resuelve por sí sólo con el acceso a la tecnología. Es decir, sí la distinción anterior sobre inmigrante y nativo fuera correcta, entonces podríamos concluir que los niños son nativos digitales, pero inmigrantes de la literatura, la historia, la danza, el deporte, la política, la filosofía etc. Lo cual no significa que los que no nacimos en la era digital, fuimos nativos culturales.

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  2. De acuerdo contigo Miguel, el desarrollo de habilidades y tener experiencias en el uso de la tecnología, es independiente de si se ha nacido o no en la era digital.
    Ahora bien, que para los que nacen en esta época es un tanto más "fácil" adaptarse al uso de las tecnologías es porque no se tiene temor a ellas, sobre todo a descomponerlas, pues el acceso a ellas está a todo lo que da y son fácil de adquirir, pues los chavos se encuentran rodeados de tecnología (ciber, celular, computadora, videojuegos, etc.,) y tienen la inquietud de explorar y sobre todo la libertad para hacerlo.
    En otra época y que incluso me toco vivir, crecimos con poco acceso a la tecnología y la que existía debías cuidarla mucho y tener cuidado de no descomponerla, pues el costo no era tan accesible como ahora. Además que la complejidad y variedad de herramientas era por mucho menor e incomparable a lo que tenemos ahora.

    Ya en cuestiones neurológicas no puedo abarcar, pues mis conocimientos son muy pocos, sin embargo, si que se que el estímulo constante despierta y alerta a las neuronas, por lo que no dudo que el cerebro si pueda desarrollarse más con el uso constante y creatividad en el uso de la tecnología. Por ejemplo, antes eran contados quienes podían tener una clase de robótica (en mis tiempos ni existía), y ahora desde primaria ya lo desarrollan y no dudo que esas prácticas sean estimulantes para el cerebro.

    ¡Bien por tu publicación, muy buena! y comparto tu idea.

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  3. A partir del minuto 5:06 Julio Cabero habla un tanto de nativos e inmigrantes digitales.

    http://www.youtube.com/watch?v=zttm_KJQcdo&feature=relmfu

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